miércoles, 26 de septiembre de 2012

28/09/2012 - LSD

Por Wikipedia

El químico suizo Albert Hofmann sintetizó por primera vez LSD el 16 de noviembre de 1938 en los laboratorios Sandoz de Basilea (Suiza), durante un programa de investigación dirigido a encontrar posibles usos medicinales de los alcaloides del grupo ergolina, presentes en el cornezuelo del centeno. El cornezuelo es un hongo que infecta los granos del cereal que se utilizan para hacer pan de centeno, causando el fuego de san Antonio (ergotismo). Tras lograr sintetizar la ergobasina (sustancia uterotónica), comenzó a trabajar en otros derivados amidas del ácido lisérgico. La dietilamida del ácido lisérgico es el vigésimo quinto derivado del ácido lisérgico que sintetizó (de ahí su nombre: LSD-25), y en un primer momento Hofmann pensó que podría tener utilidad como analéptico, estimulante de los sistemas circulatorio y respiratorio, dada su analogía estructural con la nicetamida (dietelamida del ácido nicotínico), un analéptico conocido.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Defensa de la derrota

Por Roberto Fontanarrosa

Se apoyará, primero, los brazos estirados, las palmas de las manos contra la pared. Respirará hondo y acompasadamente varias veces, hasta que el frío de la pared le llegue. Cerrará los ojos, no mucho tiempo. Sentirá entonces, penetrándole, un reposo húmedo. Será la tristeza. Algo tibio. Intimo, casi fraterno. Decididamente poético. Eso. Poético. Se sentará entonces, sin mirar a nadie. Le punzarán algunas miradas furtivas. De reojo. No deberá hablar casi. Ni insultar. Deberá callar largamente. Sentirá entonces, creciéndole, un orgullo callado, quieto. Será la dignidad. Lo tomará del hombro, llenando con blandura el silencio que acompaña a los fracasos. No deberá llorar. Nunca. Tal vez apretar fuertemente la mandíbula. 

martes, 18 de septiembre de 2012

Textos de Eduardo Galeano

Por Eduardo Galeano

El Sistema

Los funcionarios, no funcionan.
Los políticos hablan, pero no dicen.
Los votantes votan, pero no eligen.
Los medios de información desinforman.
Los centros de enseñanza, enseñan a ignorar.
Los jueces, condenan a las victimas.
Los militares están en guerra contra sus compatriotas.
Los policias no conváten los crimenes, porque están ocupados en cometerlos.
Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.
Es más libre el dinero que la gente.
La gente, está al servicio de las cosas.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Textos del Indio Solari

Por Carlos Alberto Solari

MUJERES IMPERIALES

Mis rayos X. La de las indecentes burbujitas de saliva y los ojos helados por el orgullo. Todo un puto desbarajuste montado en un torax radiante. Una rana rubia de vientre danzarin y un culo de los años cincuenta que se lleva bien con mi sofá. En un momento parece borracha, muerta y despatarrada con la blusa abierta. Luego, en un instante, le come a uno. Va con anfetaminas y cosas finas y mucha cerveza en la cocina. Sin embargo, sus tetas siempre están tibias.
Con lo que está dicho el amor... 

jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Se cree que soy pelotudo?

Por José Playo

Frente al escritorio, se llevó los dedos en punta hacia la sien y dio los buenos días. Del otro lado de la mesa, meciéndose con ansiedad en una silla, el hombre de bigotes lo estudiaba a la espera del parte.
—Buenas tardes, mi capitán —saludó.
Al capitán le picaban los huevos, hacía mucho calor en la habitación, pero debía mantener las formas: su rango le quitaba toda posibilidad de andar pellizcándose las pelotas frente a los subordinados.
—Corte la formalidad y vaya al grano, soldado, que no me aguanto la calor.
El que estaba de pie puso los brazos paralelos al cuerpo y golpeó los tacos antes de distender la postura.
—Tenemos los primeros resultados. La droga funcionó a la perfección.
El capitán se peinó fugazmente un lado del bigote y sonrió con regocijo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Hoy temprano

Por Pedro Mairal

Salimos temprano. Papá tiene un Peugeot 404 bordó, recién comprado. Yo me trepo a la luneta trasera y me acuesto ahí a lo largo. Voy cómodo. Me gusta quedarme contra el vidrio de atrás porque puedo dormir. Siempre estoy contento de ir a pasar el fin de semana a la quinta, porque en el departamento del centro, durante la semana, lo único que hago es patear una pelota de tenis en el patio del pozo de aire y luz que está sobre el garaje, un patio entre cuatro paredes medianeras altísimas y sucias por el hollín de los incineradores. Si miro para arriba, en ese patio parece que estuviera adentro de una chimenea; si grito, el grito apenas sube pero no llega hasta el cuadrado de cielo. El viaje a la quinta me saca de ese pozo.

martes, 11 de septiembre de 2012

El amor de los metalampos

Por Hernán Casciari

Hace muchísimo tiempo, en un planeta que no era éste pero se le parecía un poco en el contorno de la circunferencia, hubo una raza superior a todas las que habitaron el Universo en cualquier época y en cualquier rincón. Eran bellos, inteligentes, generosos, compasivos, valientes y suaves al tacto. En su apogeo como civilización, lograron construir una sociedad perfecta: en su mundo no existía el hambre, ni el trabajo aburrido, ni los abogados, ni la enfermedad, ni la democracia. Se llamaban los metalampos.

Tal era la sabiduría natural de estos seres, que cualquiera de las grandes mentes conocidas de nuestra civilización (pongamos un Einstein, un Da Vinci, un Sócrates) en el mundo metalampo hubiera tenido que ganarse la vida como empleada doméstica o guionista de televisión.

Pero comencemos por ubicarlos en el tiempo.


lunes, 10 de septiembre de 2012

Algo muy grave va a suceder en este pueblo

Por Gabriel García Márquez

Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:


-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:


-Te apuesto un peso a que no la haces.


Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:


-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.


viernes, 7 de septiembre de 2012

Marc, la sucia rata

Por Jose Sbarra

MARC Y EL POLICIA

-Marc, sucia rata, ese brillo extraño que veo en sus ojos me confirma que usted se ha drogado.
-Oficial, me decepciona, usted dice "este joven se ha drogado", y cierra su mente como si fuera
una caja metálica.
-O sea que es verdad. Efectivamente es adicto a las drogas.
-Todos somos adictos a algo en este país. Usted es adicto a su uniforme. Sin él se siente nada.
Tiene que aprender a controlarse, oficial, si no algún día va a morir de sobre dosis.
-¿Qué dice?
-Sobredosis de uniforme, oficial, se han dado casos terribles.